Anoche se transmitió el partido de ida de la semifinal de la copa Sudamericana de Clubes entre las Águilas del América y los Millonarios de Bogotá en el Estadio Campín de la capital Colombiana. El equipo depositario de mi afición se enfrentaba a la escuadra donde Ponchote (mi papá) jugó como defensa central a principios de los 70.
El punto es que anoche hubo tertulia panbolera en mi casa y para satisfacer las necesidades de los comensales tuve que ir por chelas y botana al Superama de las Águilas. Cuando me bajé del coche noté con agrado que a las puertas de la tienda había un Centro de Acopio para los damnificados de Tabasco. No tengo que recordarle a nadie la situación que se vive por allá y de verdad me dio mucho gusto que una corporación con tan mala fama se decidiera a ayudar. Sonrisa en el rostro y cartera en la bolsa, me dirijí a los suavemente ilumiados pasillos a comprar agua, arroz, frijoles, papel de baño y dulces de tamarindo para enviarlos al sur. Agradezcan a mi hermana la Peit el detalle de los dulces! "Imaginate ser un niño damnificado pasandola MUY mal y que alguien te regale un pelón pelo rico!!".
Metí todo a mi carrito 4x4 y me formé con las olas de Godinez que llegan al súper después de las 7. Me preguntaron que si había encontrado todo lo que buscaba y tuve que decir que si, aunque nunca vi voluptuosas pelirrojas peleándose por agarrarme a besos. Pagué con crédito y, evitando el uso de bolsas plásticas que duran más que el amor, fui a depositar mis compras para los sureños. En fin todo corrió con el delicioso júbilo que te deja ayudar a los demás.
Pero después me subí al coche y empecé a pensar en lo que me acababa de pasar. Fui una honestamente crédula víctima de un mercadólogo vicioso; de un tipo que se dio cuenta de que si ponía una caja afuera de su tienda con la leyenda "centro de acopio" haría que la gente bien intencionada gastara 5 veces más de lo planeado. Wal*Mart se estaba llevando el crédito de MI buena acción del día! Ellos no hacen nada, no piderden nada, simplemente venden más! Podría asegurar que ni siquiera mandan camiones a Tabasco. Me ardí. ¡Esto no debería proceder así! Lo que deberían hacer es una despensa que te ofrecieran en las cajas a un precio reducido en el que WM donara parte de su margen de utilidad y tu pusieras el resto del costo. Eso si sería ayudar de verdad... no poner una pinche caja afuera de la tienda para que compres más cosas.
"En fin uno lo hace con la mejor de las intenciones", pensé. Pero después dijeron en el radio que el gobierno de la ciudad estaba canalizando las donaciones a través de las oficinas regionales del PRD y que para que te den una despensa tienes que llevar tu credencial del partido. Luego leí que las cajas de ayuda de la Cruz Roja tuvieron que retrasar su entrega para que les diera tiempo de imprimir el logo de la Fundación Bancomer y vi fotos de tiendas de conveniencia protegidas por un cuerpo de Policia Militar contra motines, contra los motines de gente hambrienta y desesperada. De verdad que vivimos en un mundo de locos.
Si quieren ayudar, recomiendo el centro de acopio del Estadio Olímpico. Nadie nos va a echar la mano si no lo hacemos nosotros mismos.
Por lo menos ganó el Águila, nos vemos en el de vuelta.
El punto es que anoche hubo tertulia panbolera en mi casa y para satisfacer las necesidades de los comensales tuve que ir por chelas y botana al Superama de las Águilas. Cuando me bajé del coche noté con agrado que a las puertas de la tienda había un Centro de Acopio para los damnificados de Tabasco. No tengo que recordarle a nadie la situación que se vive por allá y de verdad me dio mucho gusto que una corporación con tan mala fama se decidiera a ayudar. Sonrisa en el rostro y cartera en la bolsa, me dirijí a los suavemente ilumiados pasillos a comprar agua, arroz, frijoles, papel de baño y dulces de tamarindo para enviarlos al sur. Agradezcan a mi hermana la Peit el detalle de los dulces! "Imaginate ser un niño damnificado pasandola MUY mal y que alguien te regale un pelón pelo rico!!".
Metí todo a mi carrito 4x4 y me formé con las olas de Godinez que llegan al súper después de las 7. Me preguntaron que si había encontrado todo lo que buscaba y tuve que decir que si, aunque nunca vi voluptuosas pelirrojas peleándose por agarrarme a besos. Pagué con crédito y, evitando el uso de bolsas plásticas que duran más que el amor, fui a depositar mis compras para los sureños. En fin todo corrió con el delicioso júbilo que te deja ayudar a los demás.
Pero después me subí al coche y empecé a pensar en lo que me acababa de pasar. Fui una honestamente crédula víctima de un mercadólogo vicioso; de un tipo que se dio cuenta de que si ponía una caja afuera de su tienda con la leyenda "centro de acopio" haría que la gente bien intencionada gastara 5 veces más de lo planeado. Wal*Mart se estaba llevando el crédito de MI buena acción del día! Ellos no hacen nada, no piderden nada, simplemente venden más! Podría asegurar que ni siquiera mandan camiones a Tabasco. Me ardí. ¡Esto no debería proceder así! Lo que deberían hacer es una despensa que te ofrecieran en las cajas a un precio reducido en el que WM donara parte de su margen de utilidad y tu pusieras el resto del costo. Eso si sería ayudar de verdad... no poner una pinche caja afuera de la tienda para que compres más cosas.
"En fin uno lo hace con la mejor de las intenciones", pensé. Pero después dijeron en el radio que el gobierno de la ciudad estaba canalizando las donaciones a través de las oficinas regionales del PRD y que para que te den una despensa tienes que llevar tu credencial del partido. Luego leí que las cajas de ayuda de la Cruz Roja tuvieron que retrasar su entrega para que les diera tiempo de imprimir el logo de la Fundación Bancomer y vi fotos de tiendas de conveniencia protegidas por un cuerpo de Policia Militar contra motines, contra los motines de gente hambrienta y desesperada. De verdad que vivimos en un mundo de locos.
Si quieren ayudar, recomiendo el centro de acopio del Estadio Olímpico. Nadie nos va a echar la mano si no lo hacemos nosotros mismos.
Por lo menos ganó el Águila, nos vemos en el de vuelta.
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