lunes, 29 de octubre de 2007

El cambio de horario.

Me causa mucha curiosidad imaginarme el día en que definieron las unidades de medida del Sistema Internacional. Particularmente las del tiempo:

- Estimado Sr. (así se hablaban antes) le pido me informe en cuanto haya transcurrido un segundo.
- mmmmm YA.
- Le agradezco. Midamos ahora la duración de un minuto.
-mmmmm mmmmm mmmmm mmmmm mmmmm mmmmm YA

¿Qué haríamos sin estos peculiares personajes que ahora se dedican a medir la duración del segundo observando la vibración molecular de cristales de cuarzo? ¿Qué sería de nuestro mundo sin ellos? ¿Cómo sabríamos cuando prender la tele para ver el más nuevo episodio de Juan Querendón? Su trabajo es fundamental para el funcionamiento ordenado del Tele Guía.

Mucho de lo que pasa en la sociedad contemporánea depende de que la gente esté de acuerdo en que cuando una máquina hace tick cierto número de veces es la hora del té en un pueblito inglés que se llama Greenwich. Pero el tiempo no es así, el tiempo varía - al igual que las otras dimensiones en las que nos movemos - dependiendo de la velocidad relativa del observador. No se mueve al compás del Rolex de tu papá ni del reloj de Bob Esponja que usa tu sobrino.

El punto es que el tiempo, como lo medimos, es arbitrario.

Es por eso que el horario de verano se me hace una genialidad. Somos nosotros los que decimos después de cuántos ticks hay que llegar a la oficina o a la escuela; es una convención social. Es más ni siquiera tendríamos que cambiar los relojes, es cosa de decir "del primer domingo de Abril al último de Octubre, la chamba empieza a las 7, en lugar de a las 8" pero el madrazo psicológico de despertarse más temprano nos orilla a hacernos weyes todos juntos. Es como cuando cambiamos de los pesos a los "nuevos" pesos, es la misma gata pero revolcada!

No entiendo a los que se quejan del horario de verano. Si hombre te quitan una hora de sueño, pero pues te la regresen 6 meses depués y toda completita! ¿A quién no le gusta salir de chambear y llegar con luz del Sol a casa? Además en 2006 nos ahorramos $100 mil millones de pesos y se evitó la emisión de 1.26 millones de toneladas de CO2.

Buena idea esa del horario de verano... ¿cómo no se me ocurrió a mi? Tendré que conformarme con mi patente sobre el signo de interrogación.

1 comentario:

Unknown dijo...

Recuerda que el uso del tiempo ha sido tan importante y el impacto que ha generado el Tele Guía es sin duda el pan nuestro de cada día que surge la competencia....MI GUÍA!